Tabúes sexuales 1ra parte
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La palabra tabú viene del polinesio: "tapu" (prohibición). Se refería desde tiempo atrás a algo sobrenatural y peligroso. Tan peligroso, que no se debía ni pronunciar y al que lo pronunciaba se le castigaba físicamente. Sólo los hechiceros tenían un poder sagrado, llamado "mana", para dominar el tabú.
El ser humano desde hace ya muchos años ha optado por tachar, juzgar y por lo tanto desaprobar lo que no conoce o no comprende, ya sea desde sus creencias implantadas por el medio en el que se desarrolla o sus miedos. Es por ello que aprovechado ésta sección los invito, misceláneos, a qué comencemos juntos por éste bello camino del cuestionamiento y con ello la apertura de consciencia en un tema tan importante para el ser humano, como lo es la sexualidad.
Partiendo de ¿cómo podríamos educar a los niños en el tema de la sexualidad, desde una mirada en la que el sexo se ha considera algo malo o impúdico?
Actualmente sigue habiendo padres, familiares, maestros y tutores, que lejos de hablar de sexo como algo natural, se sonrojan o avergüenzan de ello al momento de explicarlo o mencionarlo, prefiriendo en ocasiones evadir y ocultar la información.
Ante preguntas o situaciones tan básicas dentro de ellas:
¿Cómo nace un bebé? ¿cómo son las relaciones sexuales? o al ver a un menor de 5 años practicando la masturbación de manera normal; parece ser que no estamos preparados como sociedad para amar lo escencial de nuestra especie, en lugar de mitificarlo.
Es crucial para un buen desarrollo del ser humano, que nos eduquemos y preparemos como adultos en el tema, para que los menores gocen de un espacio sano en el que puedan disfrutar de su intimidad.
Aceptar al bebé o infante como un ser sexuado ¡desde su nacimiento!, también sigue siendo un tabú. Es importantísimo reconocer que su sexualidad es rica y placentera desde niños, viviendo desde el juego, la naturalidad y curiosidad.
Por supuesto que así sucederá siempre y cuando así lo permitamos los adultos.
Créditos: Elízabeth Göv